EFECTOS DEL CONFINAMIENTO EN LOS MÁS MAYORES
Hace unos días publicábamos un artículo en nuestro blog destinado a recordar la importancia de las personas mayores en cualquier sociedad y el deber de aportarles el trato, respeto, cuidados y atenciones que merecen para garantizar su calidad de vida. Puedes leer el artículo aquí.
En este artículo, adelantábamos que próximamente destinaríamos otro artículo a hablar de los efectos que el confinamiento podría tener en los más mayores y cómo afrontarlo. Como dice el refrán, lo prometido es deuda y aquí está.
La medida de confinamiento para los más mayores ha supuesto en primer lugar un cambio de hábitos y rutinas con el consiguiente abandono de actividades en el exterior que cada persona realizase.
Desde el paseo diario, a la charla con amistades en un parque, los viajes y excursiones, el cuidado del huerto, la partida de cartas o la participación en actividades culturales, físicas o de ocio. Igualmente, han asistido a la ausencia de contacto personal y actividad compartida con familiares, vecinos o amistades. En muchas ocasiones, han tenido que vivir el confinamiento solos y enfrentándose al uso de las nuevas tecnologías para mantener el contacto social y familiar. Y además, enfrentándose a toda la carga emocional que esta situación conlleva.
Todo ello, ha podido suponer un descenso del bienestar en todos los aspectos que implica la salud. Hagamos un repaso por todos ellos.
EFECTOS DEL CONFINAMIENTO EN LOS MAS MAYORES
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A nivel físico:
Desciende la actividad física, se incrementa el sedentarismo y otros aspectos importantes como la alimentación, la higiene, las rutinas de sueño y descanso o el control de otras patologías y tratamientos médicos se han podido ver afectados.
Los efectos de esta situación pueden provocar una pérdida de masa muscular, aumentando el riesgo de caídas, el aumento de dolor, así como una descompensación de niveles de glucosa, colesterol… Además, teniendo en cuenta la influencia de este aspecto en la salud emocional, la propia percepción de la persona de un problema a nivel físico, puede provocar una disminución de su autoestima aumentando así su sensación de vulnerabilidad.
Para recuperar este aspecto es importante poder retomar de forma progresiva la actividad física en el exterior, cumpliendo las medidas necesarias, empezando por paseos y aumentando esta actividad física, según vaya siendo posible a las actividades que se realizaban con anterioridad. En caso de ser necesario, el apoyo de un especialista en Fisioterapia, puede ser adecuado para promover la recuperación de esta actividad física sin riesgos.
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A nivel psicológico y emocional:
Este periodo ha supuesto también para los más mayores el enfrentamiento a muchas emociones que han tenido que gestionar (miedo, preocupación, incertidumbre, tristeza, indefensión, soledad…) sin contar con que personas que hayan tenido que pasar por la enfermedad o por procesos de duelo de alguna persona cercana se añade más complejidad aún.
El efecto a nivel emocional y psicológico de este periodo del confinamiento en los más mayores, puede provocar los siguientes efectos:
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- Aumento de preocupaciones, pensamientos recurrentes, obsesiones…
- Bajada del estado de ánimo.
- Aumento del miedo a morir, a enfermar o a incluso a enfrentar otras situaciones cotidianas (salidas a la calle, relaciones sociales…).
- Apatía, introversión, desgana, falta de interés por actividades.
- Aumento de niveles de ansiedad, con posible agravamiento o aparición de la sintomatológica física o de otras enfermedades.
Para abordar estos efectos es importante la planificación del día a día desde las tareas más básicas de higiene y cuidado personal y de la salud hasta otras relacionadas con el ocio, las relaciones sociales y las tareas domésticas. Y que de este modo, se pueda recuperar también de forma progresiva una normalización en las actividades gratificantes.
En caso de que la sintomatología citada siga apareciendo o aumente su intensidad, podría ser conveniente consultar con un especialista en Psicología.
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A nivel cognitivo:
Este periodo también ha tenido sus efectos y será de forma más acusada en aquellas personas que con anterioridad ya tuviesen algún deterioro cognitivo, demencia, Alzheimer, Parkinson…, situaciones en las que además es probable que se hayan visto interrumpidos sus tratamientos de psicoestimulación, logopédicos u ocupacionales.
A este nivel, los efectos pueden ser:
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- Aparición de desorientación a nivel espacial, temporal e incluso personal.
- Fallos de memoria, despistes y confusiones.
- Dificultades en el lenguaje, conversaciones menos fluidas, dificultad para encontrar el vocabulario apropiado, olvidarse de nombres…
- Muestras de desorganización en el día a día y dificultades en la gestión y realización de actividades de la vida diaria.
En este ámbito es importante mantener actividades cognitivas de lectura, escritura, hacer pasatiempos, juegos de mesa, consultar mapas, diccionarios, cálculo, conversaciones, recuerdos… Así como poder retomar, en el momento sea posible, las actividades culturales y formativas en las que participasen con anterioridad.
En caso de que esta sintomatología te preocupe, no dudes en pedir ayuda. Una valoración neuropsicológica puede ayudar a detectar a qué se debe así como el tratamiento de estimulación cognitiva posterior logrará mantener, y/o retrasar el deterioro de las capacidades cognitivas.
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A nivel social:
este periodo ha provocado una reducción de las relaciones sociales, que ha podido aumentar la sensación de soledad. Además, en los casos en que no hubiese un manejo y entrenamiento previo en el manejo de nuevas tecnologías, se habrá sentido más esta carencia.
Esta situación por tanto, provocará en los más mayores un aislamiento, la pérdida de contacto con amistades y con ello el consiguiente decaimiento. Puede aparecer ahora un rechazo a la relación social o incluso un miedo a la misma.
Sería importante que se puedan reforzar las visitas, llamadas y contactos por parte del entorno familiar, así como favorecer alternativas de contacto social que cumplan las medidas. Igualmente es importante que los mayores entrenen estrategias de manejo de nuevas tecnologías.
En PSYTECO somos especialistas en Neuropsicología, Logopedia y Atención Psicológica y Familiar a Personas Mayores. Consúltanos en el teléfono 987 26 32 88
Además, organizamos actividades en diferentes Entidades Públicas y Privadas destinadas a personas mayores: Talleres de Memoria, Talleres de Relajación, Risoterapia, Musicoterapia, Manejo de Nuevas Tecnologías, Charlas y cursos de formación.
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