CORONAVIRUS Y EL SÍNDROME DE LA CABAÑA

La situación de pandemia por coronavirus que estamos viviendo nos ha permitido acceder a nuevos conocimientos e informaciones que hasta entonces nos eran desconocidos. Dentro de estos ejemplos, nos encontramos con el llamado “SÍNDROME DE LA CABAÑA”.

Hoy dedicamos nuestro artículo del Blog a explicar de qué trata el Síndrome de la Cabaña.

Todos sabemos que el estado de alarma estableció como medida para evitar la propagación del virus el confinamiento de la población, con la correspondiente permanencia de cada persona en su domicilio salvo excepciones justificadas.

Lo que en un primer momento supuso una adaptación y “echar de menos” otras actividades que con anterioridad realizábamos y que quizás no valorábamos lo suficiente; una vez adaptados, el confinamiento se convirtió en un incremento de nuestra sensación de seguridad y protección ante posibles contagios.

Nos ha permitido además, un aprendizaje sobre nosotros mismos y también un conocimiento del resto: de nuestra sociedad y sus comportamientos.

También lo está siendo ahora, en un periodo de desescalada en el que está permitido salir a pasear con determinadas restricciones, lo que nos ha mostrado también diferentes escenarios.

Personas responsables con su salud y la del resto, que a pesar de que les resulta igual de difícil que a todos la aplicación de las medidas, realizan un esfuerzo por adaptarse a ellas y cumplirlas de modo apropiado. Y en la otra cara de la moneda, quien se ha comportado o comporta como todo lo contrario, sin importarles las distancias, los horarios establecidos o la actividad realizada; llegando incluso a manifestarse.

Otra de las cosas que hemos podido observar ha sido personas que después de ese periodo de confinamiento refieren miedo, nerviosismo, inquietud, preocupación y cierta ansiedad a la hora de enfrentarse a su primera salida.

Todo ello, signos del llamado “síndrome de la cabaña”, que no podríamos calificar como un trastorno psicológico sino como una consecuencia natural, cuando esta sintomatología se presenta de manera leve y permite el enfrentamiento progresivo a la salida sin grandes consecuencias.

En ocasiones, en nuestra consulta lo hemos escuchado en padres y madres en referencia a sus hijos/as:

“Al principio le costó mucho no salir y ahora que se puede, no quiere”

“o tiene miedo a hacerlo”

Recuerda cómo abordar el tema con los más pequeños leyendo este artículo.

Si el periodo de confinamiento se ha pasado a solas, posiblemente también se presente cierta resistencia a la relación social con los demás.

En cualquiera de los casos, lo ideal es que las salidas se realicen de una forma gradual. Por supuesto, de acuerdo a las normas establecidas, pero dentro de este cumplimiento, de una forma regulada, progresiva y adaptada a las necesidades de cada persona.

Es importante que te informes de todas las medidas que has de aplicar antes, después y durante:

• Lavado de manos.
• Distancias.
• Evitar sitios con mucha afluencia.
• Uso de mascarillas…

Así tendrás la seguridad de estás haciendo todo lo que te corresponde para evitar un posible contagio y abordarás mejor tu sensación de inquietud.

En caso de que sigas notando ansiedad, miedo, irritabilidad o preocupación ante la salida a la calle, si intentas evitarlas por todos los medios. Si ya has salido pero has tenido que volver para casa porque te ha llegado a producir una crisis de ansiedad, no dudes en pedir ayuda.

En las próximas semanas nos vamos a acercar a una realidad en todos los ámbitos diferente a lo que tenemos conocido y es fundamental desterrar de nuestra cabeza la idea de que nos encontraremos con lo que dejamos en el mes de marzo.

Estamos empezando a observar una recuperación progresiva de la actividad comercial, económica y laboral pero no podemos esperar encontrarnos con lo que conocíamos.

Será una nueva realidad, diferente y quizás no nos guste tanto, pero recuerda: Ahora mismo, es la necesaria para seguir dando pasos hacia la superación de esta pandemia; que es lo que todos y todas deseamos.

En PSYTECO podemos ayudarte. Consúltanos sin compromiso en el teléfono 987 26 32 88.