CORONAVIRUS: EL CUIDADO DE QUIEN CUIDA
La situación de crisis sanitaria que ha traído el coronavirus, no sólo supone un cambio para todos y todas al que es necesario adaptarnos gestionando las múltiples emociones que genera.
También, hemos de ser conscientes de que hay personas que por su situación personal o laboral tienen una mayor vulnerabilidad ante las secuelas psicológicas que esta situación va a acarrear.
Sin duda, todos los profesionales del sector sanitario están teniendo que vivir y afrontar situaciones muy complejas que quizás en el momento de enfrentarlas, el nivel de estrés les hace mantenerse alerta, resolutivos e incluso indolentes, pero que sin duda, pasado un tiempo expuestos a esta situación o cuando la intensidad del trabajo disminuya, pasará factura.
Siendo entonces probable su enfrentamiento a muchas consecuencias emocionales, psicológicas y físicas e incluso, en el peor de los casos, también al propio virus.
Igualmente, todos los profesionales que se dedican al cuidado de personas dependientes o que trabajan en otros sectores sean sanitarios o no, pero que en estos días han visto aumentada su carga de trabajo.
Las personas que desafortunadamente se están enfrentando estos días a un aislamiento, a la propia enfermedad, a la enfermedad de uno de sus seres queridos o al proceso de duelo por alguna pérdida.
Pérdidas que se están produciendo en unas circunstancias que no favorecen el desarrollo de un proceso de duelo positivo, sino que conllevarán muchas dificultades en la gestión de las mismas.
Personas que tienen entre sus familiares y allegados a personas de riesgo, por su edad o por su salud y que tengan que cuidar de ellas o quizás ver cómo se enfrentan a estos días en soledad o en la distancia.
Si por un momento reflexionamos, estas situaciones dejan en anecdótico el cansancio con respecto a no poder salir de casa, o tener que guardar distancias o estudiar desde los domicilios.
Como ya hemos comentado en anteriores artículos de nuestro blog es momento para la solidaridad, la consideración de todas estas circunstancias y la puesta en práctica de valores que en nuestra sociedad parecían estar olvidados. Y esto no se arregla sólo con aplausos. Es necesaria y urgente una reflexión y un cambio en el modelo de relación humana y el respeto que nos tenemos unas personas a otras y en cómo lo demostramos.
El desgaste emocional y físico que supone esta situación para quienes de un modo u otro cuidan de otras personas, puede generar altos niveles de estrés y consecuencias psicológicas a medio plazo de depresión, ansiedad, estrés postraumático o síndrome de burnout, al que ya hemos hecho referencia en ocasiones anteriores en nuestro blog.
Por eso es importante, que si te encuentras en la actualidad en una de las situaciones descritas, intentes potenciar al máximo tus estrategias de cuidado de ti mismo/a y evitar consecuencias psicológicas:
• No abandones tu propia salud, presta atención también a cualquier sintomatología e intenta llevar unos hábitos saludables esta temporada.
• Busca momentos de descanso, soledad, reflexión personal y gestión de emociones.
• No intentes ser fuerte, ni poder con todo. Ni demostrar que lo llevas bien. No pasa nada por llorar o sentirte cansado/a o desbordado/a en algún momento ni mucho menos por pedir la ayuda que necesites.
• Comparte cómo te sientes con compañeros/as, familiares, amistades y pídeles los apoyos o ayudas que necesites.
• Planifica tus tareas y sobre todo priorízalas de modo adecuado. Quizás sea más prioritario y positivo un rato de lectura, descanso o actividad de ocio que limpiar la casa, por ejemplo.
• Intenta tener momentos de desconexión y de actividades gratificantes. Desconecta de las noticias, del centro de trabajo y de conversaciones con compañeros/as en periodos de descanso.
• Refuérzate a ti mismo/a tu labor y siéntete satisfecho/a si estás haciendo todo lo que está en tu mano. No intentes responsabilizarte de cosas que no están en tu mano, ni darle vueltas a cómo podrían ser las cosas en otras circunstancias. Si estás haciendo todo lo que puedes con los recursos que dispones y lo que las circunstancias permiten, siéntete satisfecho/a y conforme.
• Si te sientes desbordado/a, irritable, con ansiedad, bajo estado de ánimo, notas que esto te está afectando en otros ámbitos de tu vida o sientes que te está costando mucho su afrontamiento, no dudes en pedir apoyo psicológico cuanto antes.
PSYTECO, Lancia, nº 3, 2º derecha. Pídenos información en el teléfono 987 263 288.
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