CORONAVIRUS: MOMENTO PARA EL APRENDIZAJE Y LA SUPERACIÓN
Si te preguntasen hace un año si querrías vivir la situación que estamos viviendo a causa del COVID-19 (coronavirus) evidentemente elegirías no hacerlo.
Pero eso no es posible y no hay nada que tú puedas hacer para cambiar esta situación. No se trata tampoco de entrar en debates de “lo qué habría que haber hecho” o de “si se hubiese hecho esto o lo otro”.
Es cierto que esta situación genera consecuencias y cambios en muchos aspectos de nuestra vida y provoca una serie de emociones que será necesario gestionar, como ya hemos hablado en anteriores artículos de este blog. Pero no podemos cambiar una situación que no está en nuestra mano.
Se trata de asumirla como es. Es así. Y una vez dado este paso, podemos escoger varios caminos para enfrentar el día a día. Unos serán más positivos para ti, para tu entorno y tu salud física, psicológica-emocional y social. Y otros más perjudiciales.
Empecemos por las formas que sin duda son inapropiadas y que no sólo no te van a ayudar sino que te perjudicarán:
- Me quejo constantemente por la situación, por tener que estar en casa, por tener que lavarme las manos, por tener que salir sólo para lo imprescindible, por las medidas, por lo que hacen o no hacen los demás…
- Busco constantemente información, la comparto por redes sociales, lo hablo con todas las personas posibles, la analizo, estimulo bulos y noticias sin contrastar.
- Critico las medidas, la situación, a los/as políticos/as, a los negocios que abren y a los que no, a los padres que salen con sus hijos/as sin excepción, a mis familiares, a mi casa, a mis cosas, a mi trabajo, a mis compañeros/as… a todo!
- Me enfado constantemente por todo y lo demuestro con malos tonos, gestos desagradables, voces o portazos, discuto con frecuencia…
- Me muestro de forma egoísta y exagero y magnifico situaciones.
- Me dejo guiar por el miedo y acumulo rollos de papel higiénico y bandejas de carne en casa que previamente he ido a comprar de forma compulsiva.
- Pienso constantemente en el coronavirus, me alarmo por todo, me centro en las consecuencias, en los aspectos negativos, en el miedo al contagio y me obsesiono con ello.
- Resto importancia a una situación que indudablemente la tiene, me lo tomo a cachondeo, no cumplo las medidas y salgo de casa o estimulo salidas de otras personas para cosas que se podrían hacer de forma alternativa.
- Incumplo las normas, intento burlar controles policiales, me rebelo a una situación sin ningún tipo de responsabilidad.
- Me dejo llevar por la tristeza, el desánimo y la apatía y reduzco al máximo mis actividades cotidianas y rutinas, lloro de forma muy frecuente…
- Bebo, fumo o consumo alguna sustancia, compro por internet de forma incontrolada o hago apuestas para entretenerme.
Un comportamiento puntual que responda a alguno de los ejemplos anteriores puede ser inevitable en algún momento. Somos humanos y tenernos emociones que ante momentos de cambio y desconcierto nos puede costar gestionar y si no lo intentamos, será fácil caer en alguno de los errores citados. Errores que además de ser muy irresponsables con el resto de personas de nuestro entorno y la sociedad en general, no nos van a aportar nada positivo a nivel individual.
¿Cuál es entonces la forma apropiada de afrontar esta situación?
Partiendo de la aceptación de la misma, que es así y no podemos cambiarla, toma conciencia de la situación y disponte a intentar aprender de ella y salir de la misma de una forma fortalecida.
Es el momento de estimular y utilizar al máximo tu capacidad de adaptación a las situaciones para conseguir lo que llamamos RESILIENCIA.
La RESILIENCIA es la capacidad de afrontar las adversidades y lograr adaptarse ante las tragedias, los traumas, las amenazas o las situaciones negativas. Esto no significa que restemos importancia o que estemos ajenos a las dificultades. Tendremos emociones negativas pero aprenderemos de ellas aprovechando su utilidad. Seremos capaces de sacar el lado positivo de la situación para salir reforzados y aprendiendo de la misma.
Desde PSYTECO, te damos estrategias para ello:
-
UTILIZA LA PLANIFICACIÓN:
- En tu día a día, sin olvidarte de cada uno de los ámbitos de tu vida y para seguir unos hábitos saludables (enlace artículo blog hábitos saludables).
- Aprovecha este momento para hacer un repaso de tus objetivos personales, formativos, profesionales y reflexiona si realmente lo que estás haciendo en la actualidad te acerca a su consecución
- Diseña nuevos objetivos vitales, realistas y los primeros pasos para alcanzarlos.
- Planifica aspectos cotidianos y prácticos: planificación económica ante las nuevas circunstancias, planificación de comidas, compras necesarias, ajusta los gastos si tu situación de ingresos ha cambiado.
-
Utiliza este tiempo para PARAR Y REFLEXIONAR:
Nos quejamos de forma habitual de que no tenemos tiempo, de las prisas, del estrés, del ritmo de vida. Si esta situación te ha hecho parar, aprovecha para la reflexión, la calma, el sosiego. Realiza un análisis de tu vida, de tus valores, de lo que necesitas, de lo que quieres y no quieres en tu vida. Escríbelo, busca momentos de introversión y soledad.
Si por el contrario, por tu actividad profesional o circunstancias personales no eres de los que has podido parar sino todo lo contrario, no te olvides de TI: Busca igualmente momentos de descanso, intimidad y desconexión. Valora todos tus esfuerzos y no te critiques a ti mismo si te sientes agotado/a o sin fuerzas. Pide ayuda (en tu entorno y/o a nivel profesional) si lo necesitas.
-
Utiliza este tiempo para INCIDIR EN LO QUE REALMENTE IMPORTA.
-
CONCÉDETE EL DERECHO A PEDIR AYUDA Y NO TE SOBRECARGUES.
Intenta no sobrecargarte de tareas o responsabilidades, prioriza tareas, no intentes hacerte el/la fuerte ni poder con todo. Si estás pasando por alguna circunstancia adversa (enfermedad, duelo, estrés, cuidado de personas dependientes…) recuerda la importancia de cuidar de ti mismo/a, y que no tienes por qué afrontarlo solo/a.
- PIENSA EN LOS DEMÁS, pon en práctica la empatía, agradece y valora las cosas, ayuda en lo que sea necesario.
- ESTIMULA TU CREATIVIDAD.
En PSYTECO seguimos totalmente disponibles para poder atenderte vía telefónica, videoconsulta y si es de forma presencial, siguiendo todas las medidas sanitarias indicadas.
CLÍNICA PSYTECO, C/ Lancia, nº 3 – 2º Derecha. Tlf.: 987 26 32 88.