Según la noticia publicada en www.elconfidencial.com: “Su nombre es Jeremy Meeks, tiene 30 años y, desde el pasado 19 de junio es conocido como “el preso más guapo del mundo”. Ese día, el Departamento de Policía de Stockton (California) publicó en su Facebook la ficha policial de Meeks, que había sido detenido por posesión ilegal de armas y pertenencia a banda armada. Los comentarios (que ya van por los 26.000), lejos de felicitar la labor de los agentes del orden, sólo apuntan una cosa: lo guapo que es el preso.”
Pese a esta información publicada por la policía, en la red siguen siendo mayoritarios los comentarios referentes a su belleza. No es importante para el público (a no ser que incremente su atractivo) que haya pertenecido a una de las bandas más peligrosas USA.
Este hecho podríamos atribuirlo al llamado efecto halo: sesgo cognitivo por el cual la percepción de un rasgo particular es influenciada por la percepción de rasgos anteriores en una secuencia de interpretaciones. Por tanto, si nos gusta una persona tendemos a calificarle con características favorables a pesar de que no disponemos de mucha información sobre esa persona.
Este sesgo cognitivo nos afecta a todos y cada uno de nosotros y nos puede influir en nuestra vida cotidiana: en la elección de nuestras amistades, parejas, determinadas compras…
En PSYTECO te ayudamos a corregir estos y otros sesgos cognitivos que nos impiden ser felices.
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