Pretendemos que nuestros/as hijos/as sean responsables y que tengan buen comportamiento pero a veces no tenemos en cuenta que nos corresponde a nosotros, padres y madres enseñarles a serlo. A pesar de que hay niños que parece que “nos lo ponen más fácil” pues son más obedientes o más tranquilos; cualquier niño o niña aprende a portarse bien o mal. Esto significa que tenemos un papel importante en la creación y/o modificación de conductas.
Ahora bien… ¿Cómo puedo mejorar la conducta de mi hijo/a?
Mejorar la conducta de los/as niños/as no es una tarea fácil. Nuestros hijos crean sus conductas, en ocasiones porque imitan o utilizan modelos de comportamiento, generalmente de sus figuras más cercanas o de referencia. Otras veces, prueban a comportarse de un modo determinado; por ensayo y error y si por casualidad consiguen una consecuencia que les favorece; tenderán a repetir o reproducir el comportamiento que les llevó a eso.
Cualquier niño/a necesita límites, normas y rutinas porque estas le ayudan a sentir seguridad y a saber con claridad qué es lo que esperamos de él o de ella. Siempre les va a reforzar de forma positiva recibir atención por parte de sus papás o sus mamás y si esta atención se recibe ante el cumplimiento de una norma o límite que le hemos explicado con claridad y coherencia la conducta positiva se mantendrá.
Para explicar cualquier tipo de norma a nuestros hijos es imprescindible que seamos firmes, claros y concisos. Que expliquemos con exactitud cuál es la conducta exacta que esperamos que el niño o niña lleve a cabo. Además, es importante que le hagamos saber cuándo lo hace bien para que el comportamiento se vea reforzado
Conseguir esto no siempre es fácil y menos teniendo en cuenta que nuestro estado emocional no siempre es el mismo; a veces no tenemos paciencia; vivimos con demasiada prisa y en ocasiones sin tiempo suficiente debido a otras obligaciones familiares y/o laborales; tenemos muchas preocupaciones y/o las figuras de referencia del niño/a no están lo suficientemente coordinadas como para transmitirle lo mismo…
Nuestro estado anímico es fundamental ¿Por qué?
Desde un estado de tensión, nerviosismo, ansiedad o depresión no sólo no vamos a poder poner en práctica de forma adecuada estas pautas sino que se lo “contagiaremos” a nuestros/as pequeños/as, transmitiéndoles una inseguridad que fomentará los comportamientos negativos.
Por ello, si no conseguís que vuestro hijo/a respete límites; coge rabietas con demasiada frecuencia; os cuesta mucho que obedezca y os desafía de forma habitual. O si sentís que perdéis los nervios por la impotencia que os produce que no os haga caso o cada vez son más frecuentes las peleas en vuestra familia. Si estáis desbordados y sin saber qué hacer para mejorar la conducta de vuestros hijos/as, no lo dudéis más, PEDID AYUDA.
En PSYTECO somos especialistas en PSICOLOGÍA INFANTIL Y TERAPIA DE CONDUCTA. Atendemos a padres y a madres que están pasando una situación similar a la que vosotros estáis pasando. Cuanto antes busquéis ayuda, antes conseguiréis una solución. De esta manera, potenciaréis que vuestro hijo/a se sienta más seguro, que sea más responsable; y que con ello su autoestima y felicidad se potencie
En PSYTECO, Lancia 3, te asesoramos en temas de educación y a mejorar la conducta de tus hijos. Nos importa la felicidad de tu hijo/a. Pídenos información sin compromiso en el teléfono 987 26 32 88.
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