Hace poco tiempo, se anunció la posiblidad de trasladar las fiestas en mitad de semana a los lunes, por ser el día menos productivo. Esta medida, justificada con que las fiestas en mitad de semana disminuyen nuestro rendimiento laboral y rompen la rutina habitual tiene entre sus detractores a empresas turísticas debido a que los puentes constituyen una fuente de ganancia para ellas y de eliminarse se reducirían notablemente.
Disminuir los efectos negativos de estas en nuestro rendimiento laboral depende en gran medida de nosotros mismos, ya que con una adecuada planificación y organización en el trabajo así como intentando no «descolocar» demasiado nuestros horarios en el día de fiesta, podemos reducir su efecto.
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