EL VERANO, EL CONSUMO DE ALCOHOL Y SUS RIESGOS
La época estival, con el aumento de horas de luz y la posibilidad de disfrutar de vacaciones para la mayoría se llena de posibilidades: viajes, más actividades de ocio al aire libre, reencuentros con amigos, reuniones, fiestas… y con ello también aumentan los riesgos que estas situaciones conllevan.
Por desgracia, las noticias cada verano se llenan de accidentes de tráfico con consecuencias de mayor o menor gravedad. Detrás de cada cifra, se oculta una historia personal y familiar que a partir de cada suceso tendrá que afrontar numerosas consecuencias a nivel psicológico.
Si bien es cierto que hay circunstancias inevitables y que se escapan al control humano, muchas otras suceden tras acciones irresponsables de determinadas personas.
Entre ellas, los accidentes y sucesos asociados al consumo de alcohol.
El consumo de alcohol aumenta en verano. Terrazas, barbacoas, cenas, reuniones y fiestas parecen llevar asociado el consumo de alcohol y muy a menudo, no de forma responsable.
Aún a sabiendas de los nefastos efectos que supone la conducción bajo los efectos del alcohol, muchas personas siguen sin darle la suficiente importancia e interpretan que aunque hayan bebido algo, pueden estar en buenas condiciones para conducir. El hecho de haberlo hecho en otras ocasiones no ofrece ninguna garantía de que esta vez no vayas a tener o a provocar un accidente.
El Síndrome del Corazón en Vacaciones
Igualmente el aumento de consumo de alcohol en estas fechas, a veces de forma brusca y excesiva, ha dado lugar a lo que se conoce como el síndrome del corazón en vacaciones. La Fundación Española del Corazón (FEC) alerta sobre ello.
El síndrome del corazón en vacaciones se diagnosticó por primera vez en el año 1978. Está relacionado con el consumo excesivo de alcohol en un día determinado. Se observó en primer lugar en fiestas como Navidad o Año Nuevo y ahora también se ha diagnosticado en periodos largos de vacaciones, como el verano.
Es una arritmia supraventricular que se da generalmente en las aurículas. Esto suele producirse en personas sanas, jóvenes y sin historia previa de arritmias debido a que el alcohol actúa como un tóxico en nuestro corazón. Así, la ingesta de altas cantidades de esta sustancia y en un periodo corto de tiempo (una fiesta, por ejemplo) libera adrenalina y noradrenalina, dos hormonas que provocan una aceleración del ritmo cardiaco
En PSYTECO, aprovechamos este momento para recordar y concienciar de que todas las precauciones al volante son pocas, tanto en trayectos largos como cortos; el consumo de alcohol si vas a conducir debería ser cero, independientemente de los índices permitidos y por supuesto si no vas a ponerte al volante, y decides beber alcohol, recuerda que su abuso puede acarrearte consecuencias muy negativas a tu salud así como avocarte a una adicción muy seria.
No permitas que tu verano se estropee. Disfruta sin riesgos.
En PSYTECO somos especialistas en el diagnóstico y tratamiento de la adicción al alcohol.
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