13 de abril. Día Internacional del Beso
Hoy en día parece que tenemos “días internacionales para todo” y también existe uno dedicado al Beso. En este caso, surge a raíz del que una pareja tailandesa se dio y que hasta el momento es el más largo de la historia: 58 horas, 35 minutos y 58 segundos!!!
¿Será placentero un beso tan largo? ¿no parece que se rompe toda la magia de un beso intentando cumplir un récord?
¿Qué constituye el beso en nuestra sociedad?
Diferentes tipos de besos, con diferentes significados y objetivos en función de a quién se los demos pero siempre con el denominador común de expresar afecto.
Desde que nacemos recibimos besos y nos “mandan” dar besos. Aquí comienza una de las primeras contradicciones: un beso no puede ser obligado. Nadie puede obligarme a dar o recibirlo. Ni en la infancia ni en cualquier momento vital.
Un beso debe ser sincero, libre y siempre deseado, nunca un gesto de educación sin más.
El beso también nos diferencia. Por eso cada persona damos besos de forma diferente, nos gustan diferentes besos, hay personas más besuconas que otras… y esto hace que tenga la riqueza y la magia que tiene: nos diferencia, nos hace especiales.
Hablando del beso romántico o en pareja, ¿Quién no recuerda su primer beso? Seguro que hay a quién no le gustó, pero seguro también que repitió, hasta que le ha llegado a gustar. Y es que generalmente nos gustan los besos. Con ello se libera adrenalina, endorfinas, se altera el ritmo del corazón y el bombeo de la sangre, nos aporta una sensación de bienestar y puede activarnos nuestro deseo sexual.
No le restes importancia a los besos.
Desde PSYTECO te deseamos que disfrutes de tus besos con una atención total, hoy, Día Internacional del Beso y siempre!
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