Según la noticia publicada por el Diario de León hoy lunes 2 de julio de 2012, seis de cada diez rupturas matrimoniales se producen de mútuo acuerdo.
Para ninguna pareja es fácil tomar la decisión de separarse y esta supone un proceso de adaptación que en mayor o menor medida va a provocar cierto sufrimiento, incluso cuando uno de los dos miembros toma la iniciativa por un motivo específico.
El proceso de ruptura se asemeja a un proceso de duelo en el que ambos miembros han de superar una pérdida que aunque a largo plazo sea beneficiosa, han de adaptarse a ella.
La terapia de pareja es aconsejable no sólo en aquellos casos en los que el deseo de ambos es la solución de los conflictos para favorecer la continuidad de la pareja sino también en los que aún decidiendo no compartir su vida durante más tiempo desean llevar este proceso de la forma más positiva posible. Esta medida adquiere aún más importancia si la pareja tiene hijos.
Esta terapia además, puede ser la base para el establecimiento de una separación de mutuo acuerdo que sin duda acarrea ventajas en muchos aspectos.
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