AFRONTAR UN DUELO

CUANDO LA NAVIDAD SIGNIFICA ECHAR DE MENOS A ALGUIEN….

La pérdida de un ser querido es una de las circunstancias más dolorosas a las que nos podemos enfrentar. Esta pérdida inicia un proceso denominado duelo, en el que pasaremos por diferentes fases (negación, enfado/rabia, negociación, depresión…) hasta la aceptación o resolución del mismo. La magnitud y el impacto del duelo en nuestra vida estarán determinados por diversos factores, como el grado y la calidad de la relación con la persona fallecida, su edad, el rol que desempeñaba esa persona en nuestra vida, las circunstancias de la muerte, etc.

Dentro del proceso hay fechas especialmente delicadas. Los aniversarios de nacimiento y muerte, fechas importantes para la familia o en este caso, LAS NAVIDADES.

Estas fechas resultan especialmente difíciles el primer o primeros años tras la pérdida, ya que, por un lado, el suceso está reciente y el proceso de duelo no ha concluido aún y, por otro, carecemos de experiencia previa en una situación similar.

Una de las tentaciones de muchas familias para hacer frente a esta situación en fechas tan señaladas es la de salir fuera; a un lugar diferente, no realizar ninguna celebración. En definitiva, “pasar estas fechas de manera que no recuerde tanto la pérdida”. Sin embargo, esto no resulta recomendable; ya que, por un lado el dolor de la pérdida va a seguir ahí. Además huyendo estaríamos interfiriendo en la integración de la pérdida en nuestra vida, alargando el proceso.

Desde PSYTECO queremos ayudarte si en tu familia os enfrentáis a una situación de duelo con algún consejo:

• Celebra las fiestas de la misma manera que se ha hecho siempre, integrando la pérdida y viviendo esos días en coherencia con los sentimientos. Esto no siempre resulta fácil, pero es importante aceptar la pérdida en nuestra vida, dejando un lugar para el recuerdo y las emociones, validándolas e integrándolas en la experiencia, y ofreciendo y recibiendo el apoyo del resto de personas cercanas.
• Utiliza algún ritual que te pueda ayudar en el proceso y en esos días en particular, como dedicar unas palabras, dejar unos minutos para el recuerdo (o la oración, en función de las creencias de cada grupo familiar), realizar una carta (o un dibujo en el caso de niños) o cualquier otra acción de carácter simbólico. A veces se piensa que el realizar estas acciones puede traer recuerdos dolorosos que es mejor mantener lejos para no aumentar el dolor, pero realmente el silencio, la incomunicación, la evitación y el hacer “como si nada pasara” es lo realmente doloroso y perjudicial.
• Recuerda vivir estas fechas de una forma que tenga sentido para ti , con coherencia y dejando un espacio para sentir y acoger el dolor así como el resto de emociones. En cualquier caso, ante duelos complicados o no resueltos, así como en circunstancias especialmente traumáticas o dolorosas es importante contar con apoyo psicológico especializado. Por eso, si te encuentras en la situación anterior o sientes que el dolor es demasiado intenso como para manejarlo no dudes en consultar con un profesional especializado en Psicología. 

En PSYTECO somos especialistas en el apoyo psicológico en situaciones de duelo. Consúltanos sin compromiso en el teléfono 987 26 32 88.

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