11 DE FEBRERO
DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER Y LA NIÑA EN LA CIENCIA:
REFLEXIONEMOS…
ELECCIÓN DE FUTURO…¿EN IGUALDAD? Recordarás que una de las preguntas que cuando eras niño/a recibías era la de ¿Qué quieres ser de mayor?

Y a partir de ahí, las respuestas eran variadas: en función de la edad, la fantasía, los gustos y aficiones de cada uno/a, pero siempre condicionadas al sexo al que se perteneciese.
Así pues, sería una contestación habitual en los niños la de ser policías, bomberos, astronautas o futbolistas y en las niñas, maestras, cuidadoras de bebés o enfermeras.
¿Casualidad?
¿Respondía esto siempre a los gustos y motivaciones personales?
Seguramente, no.
Esta elección primaria de futuro que en muchas ocasiones se convertiría en una elección real adulta se veía condicionada como otras tantas cosas en nuestro día a día por una educación diferenciada de género en una sociedad desigualitaria.
Las niñas buscábamos las referencias en nuestros modelos de mujer tanto en la familia como en la sociedad: teníamos más maestras que maestros, atendían las tiendas del barrio más mujeres que hombres y observábamos que los policías, conductores, mecánicos, bomberos o médicos eran en su gran mayoría o en su totalidad, hombres.

Seguíamos creciendo y en los libros de texto nos contaban las hazañas, hallazgos y descubrimientos de hombres: en la historia, la ciencia, el arte… quedándonos sin referentes femeninos no porque no hubiesen existido (que también eran minoría, pero porque las mujeres no tenían las mismas condiciones para poder llegar a desarrollar sus habilidades) sino porque las que fueron valientes y luchadoras para mostrarlas y potenciarlas, fueron silenciadas y después olvidadas.
Esto, que parece una historieta perteneciente a las décadas de los 60, 70 u 80 (anteriormente, posiblemente a la niña ni se le preguntase, dándose por supuesta la dedicación al cuidado de su casa, su esposo y sus hijos) sigue estando vigente hoy día.
Quizás también el planteamiento que deberíamos hacernos es por qué la respuesta de hoy en día es con mucha frecuencia “influencer” o aún peor, “participante o tertuliano follonero de programas de ínfima calidad”… Esto ya muestra la primacía de la recompensa fácil, rápida y sin esfuerzo así como la importancia de agradar a los demás… Pero también, sin duda, la elección de futuro en la infancia sigue estando aún sometida a los condicionantes de género.
Los índices de mujeres matriculadas en carreras tecnológicas y/o científicas sigue siendo muy bajo con respecto al de los hombres.
Y es que seguimos sin que grandes mujeres de la historia y de la ciencia aparezcan en los libros de texto, sin tener representación en muchos terrenos y como consecuencia, las niñas de hoy siguen sin tener espejos en los que mirarse, negándose con ello a sí mismas posibilidades y expectativas de futuro.
Por todo esto, surgen días como el del 11 de febrero en que se conmemora el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia para reconocer la trayectoria de todas aquellas mujeres que han contribuido al avance de la ciencia y la tecnología y cuya historia ha quedado olvidada.
O iniciativas como #NoMoreMatildas para visibilizar las grandes aportaciones de las mujeres en la ciencia y permitir que la vocación científica de las niñas que la posean no quede escondida tras la creencia de que la ciencia sólo es cosa de hombres. Te invitamos a conocer esta iniciativa entrando aquí.
Y es cierto que la ciencia es uno de los sectores más afectados por la discriminación de género pero si echamos un vistazo a otros terrenos de la historia, ¿qué nos encontramos?
Escritoras que tuvieron que esconderse bajo un seudónimo masculino para poder publicar: Las hermanas Brontë (Charlotte, Emily y Anne ) utilizaron los nombres de Currer, Ellis y Acton Bell, la autora francesa Amandine Dup utilizó el de George Sand o en España, Cecilia Böhl de Faber y Larrea fue conocida como Fernán Caballero.
Mujeres como Concepción Arenal que tenían que acudir a la Universidad disfrazadas de hombre.
Artistas y pintoras que quedaron en la sombra porque fueron las compañeras, las hijas o las hermanas de grandes hombres de la Historia del Arte. Ellas también tuvieron tanto o más talento, pero quedaron eclipsadas por los hombres a quienes acompañaron en su vida, por ejemplo Juana Pacheco, mujer de Velázquez o las hijas del artista valenciano Juan de Juanes, Dorotea y Margarita Juanes o Luisa Roldán, primera mujer escultora de la corte española que durante años no pudo firmar sus obras.
U otras artistas, cuyos nombres no nos resultan tan familiares como los de Goya, Murillo o Miguel Angel. Es el caso de Ende, considerada la primera pintora de la historia, una copista encargada de iluminar códices en el siglo X o Lavinia Fontana que fue una cotizada retratista del siglo XVI pero que en cambio, no salen en los libros de texto.
Seguiríamos encontrando múltiples ejemplos de este tipo en todas las artes, la historia, las ciencias, el deporte, la política y también en el mundo empresarial.

Mujeres que han de esforzarse y luchar el triple para resistir en un mundo de hombres, muchas a las que no se les permitió hacerlo o que lo hicieron pero fueron olvidadas o silenciadas.
No sigas siendo cómplice de un patriarcado que nos condena a no ser libres en nuestras elecciones de futuro y en nuestra vida.
EDUCA EN IGUALDAD
Cuéntales a tus hijos y a tus hijas las dificultades que las mujeres han vivido a lo largo de la historia, no sólo antes sino también ahora.
La valentía, el tesón, la lucha de sus abuelas y bisabuelas, las dobles y triples jornadas de las mujeres y no silencies ni minimices sus logros.
Fomenta la corresponsabilidad.
Facilita que tu hijo y tu hija elija sin condicionantes, con la convicción que pueden y deben ser lo que quieran y deseen, aunque su sexo esté infrarrepresentado en dicha elección.
No juzgues ni les transmitas extrañeza por su elección, ofréceles apoyo y demuéstrales que pueden.
Su confianza será el resultado de la confianza que tú deposites en ella y en él.
En PSYTECO somos especialistas en Atención Familiar, Educación Sexual y Educación en Igualdad. Consúltanos en el teléfono 987 26 32 88
L.B.P.




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