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Terapia sexual – Asesoramiento sexual

Todos/as (hombres, mujeres) atravesamos en algún momento de nuestra vida por alguna dificultad erótica, duda, miedo, inseguridad… A pesar de que cualquier dificultad sexual y/o erótica tiene solución, nuestros miedos o los tabúes existentes aún en el tema, nos hacen retrasar el momento de consultarlo o lo que puede ser aún peor: buscar dicho asesoramiento en lugares inapropiados.

Terapia sexual y de pareja en León

La experiencia nos demuestra que si buscamos un asesoramiento especializado cuanto antes, más pronto conseguiremos superarlo.

En PSYTECO te ayudamos a abordar cualquier duda, cualquier dificultad sexual; a veces tan sólo es necesario una o dos consultas de asesoramiento; en otros casos puede ser necesaria una terapia más larga… Quizás quieras acudir tu solo/a o en pareja… No importa, tu caso es único y por eso aquí lo tratamos como tal.

No esperes más para ser feliz en la vivencia de tu sexualidad y con tu erótica y consúltanos cualquier problema. Somos especialistas en la evaluación, diagnóstico y tratamiento de diferentes dificultades sexuales:

  • Eyaculación precoz
  • Eyaculación retardada
  • Disfunción eréctil
  • Bajo deseo sexual o inapetencia sexual
  • Deseo sexual elevado
  • Ausencia de placer, insatisfacción erótica
  • Anorgasmia
  • Vaginismo
  • Dispareunia o dolor durante el coito

Además, podemos orientarte, asesorarte y ayudarte en cualquier duda relacionada con parafilias, identidad sexual, orientación sexual, intersexualidad, afrontamiento de cambios en nuestra sexualidad, gestión de afectos en pareja, solución de dudas, asesoramiento sexual y erótico en pareja…

Eyaculación precoz

Es la falta de control eyaculatorio. Los hombres en esta situación quieren tener el control, pero acaban eyaculando antes de lo que desearían y sienten una incapacidad para el control de la misma.

Es común que las causas de esta dificultad están relacionadas con la ansiedad o tensión que la pareja manifiesta en el momento de cualquier contacto erótico, siendo menos habituales causas físicas o funcionales. En Psyteco, consideramos tanto la eyaculación precoz como cualquier otra dificultad sexual una dificultad de la pareja, dado que surge en pareja y ambos serán importantes a la hora de conseguir superarla.

El tratamiento tiene un porcentaje casi total de éxito y consiste en ofrecer diferentes estrategias para el entrenamiento en el control eyaculatorio así como en abordaje de diferentes ideas y miedos que surgen en cualquier persona/pareja que vive esta situación.

Si bien es conveniente la participación de los dos miembros de la pareja en la terapia, también es posible la intervención a nivel individual.

Eyaculación retardada

La eyaculación retardada o la imposibilidad de eyacular es la situación en la que el hombre tiene un inicio de desarrollo de la respuesta sexual normalizado (tiene deseo, se excita, mantiene dicha excitación) pero no es capaz de desencadenar el reflejo eyaculatorio (aneyaculación), y si lo logra, es tardíamente (eyaculación retardada)

Esta dificultad, si bien es menos común que la eyaculación precoz, también es habitual y genera en el hombre gran incertidumbre y desconcierto en la relación de pareja. Igualmente puede generar otras consecuencias físicas como dolor en pene y testículos.

Hay hombres que viven esta dificultad en cualquier conducta erótica, tanto individualmente como en pareja; y otros que sólo en alguna de estas circunstancias o de forma esporádica.

Cualquiera que sea el caso, es efectiva una terapia desarrollada por un sexólogo experto

Disfunción eréctil

Es la incapacidad de lograr y mantener una erección del pene total o parcial durante el tiempo deseado para tener una relación coital.

Al igual que ocurre con otras dificultades, puede ocurrir de forma ocasional sin que se llegue a vivir como problema, pero cuando esto sucede durante un tiempo continuado, impidiendo la penetración, suele acarrear dificultades de pareja, baja autoestima, bajo estado anímico, incomprensión, evitación de los encuentros de pareja.

El tratamiento, si la causa es de tipo psicológico, tiene una alta efectividad, dependiendo su evolución de factores como: el tiempo de evolución, las características de la relación de pareja, el grado de afectación de la dificultad a nivel individual.

Bajo deseo sexual

La ausencia de deseo sexual, el bajo deseo o el deseo sexual inhibido se refiere al bajo nivel de apetencia e interés sexual que se manifiesta a la hora de responder a diferentes estímulos eróticos. Puede darse a nivel individual, en pareja o en ambas situaciones.

Suele ser una dificultad que al principio crea incertidumbre y/o preocupación e intentos por solucionarlo pero a la que la persona llega a adaptarse lo que, si existe una relación de pareja, conlleva consecuencias en la relación.

Tradicionalmente se ha asociado esta dificultad al sexo femenino, no siendo exclusiva de éste sino que muchos hombres también la viven.

El tratamiento depende de las circunstancias particulares de cada persona y/o pareja así como de las causas que provocaron el bajo deseo sexual.

Vaginismo - Dolor en la penetración

El vaginismo es una dificultad femenina que consiste en que los músculos que rodean a la vagina se contraen, cerrándose de tal modo que la penetración o bien es imposible o bien genera dolor en la mujer.

La tensión y la ansiedad que el miedo a este dolor produce afecta al nivel de excitación de la mujer así como al deseo, pudiendo llegar a evitar cualquier contacto erótico; además de generar unas consecuencias psicológicas que es necesario trabajar.

El dolor en la penetración o la imposibilidad de coito no impide que la mujer pueda tener excitación u orgasmos evitando la penetración vaginal.

Esta dificultad puede ser de origen primario: la mujer siempre la ha vivido ó secundario: surge a raíz de alguna situación, sea traumática o no.

Esta dificultad, al igual que lo comentado en las dificultades masculinas, afecta y se vive en pareja, por lo que es importante el apoyo y colaboración de ambos para una mejor evolución del problema, siendo también viable una terapia sexual a nivel individual.

Anorgasmia

La anorgasmia consiste en que se inhibe la respuesta orgásmica del ciclo de respuesta sexual, es decir, no se produce el orgasmo.

La mayor parte de las veces, el resto de las fases del ciclo de respuesta sexual se desarrollan sin problema: adecuado nivel de excitación, deseo, placer durante la conducta erótica, pero no se llega a tener la sensación de orgasmo. La ausencia de esta sensación en ocasiones genera una insatisfacción que puede acabar afectando a la relación de pareja.

Orientación del deseo

Dentro de la vivencia personal y única que cada uno de nosotros hacemos del hecho de ser seres sexuados (sexualidad) cada persona orientamos nuestro deseo hacia unas personas u otras. Hay ocasiones en las que nuestro deseo se orienta hacia personas de nuestro mismo sexo y otras ocasiones en las que se hace hacia personas del sexo opuesto.

Aunque socialmente se producen avances en este aspecto, aún se observa en algunos sectores cierta incomprensión hacia opciones como la homosexualidad y bisexualidad, trayendo esto como consecuencia en algunos casos, una falta de aceptación individual, familiar y social que requiere de apoyo y asesoramiento.

Por ello, en Psyteco, apoyamos a aquellas personas que vivan su orientación del deseo con dudas o incertidumbre, favoreciendo una aceptación tanto individual como familiar de cualquiera que sea su orientación del deseo, siempre desde la perspectiva de que cualquier persona tiene derecho a la vivencia feliz de su propia sexualidad.

Bajo deseo sexual

La ausencia de deseo sexual, el bajo deseo o el deseo sexual inhibido se refiere al bajo nivel de apetencia e interés sexual que se manifiesta a la hora de responder a diferentes estímulos eróticos. Puede darse a nivel individual, en pareja o en ambas situaciones.

Suele ser una dificultad que al principio crea incertidumbre y/o preocupación e intentos por solucionarlo pero a la que la persona llega a adaptarse lo que, si existe una relación de pareja, conlleva consecuencias en la relación.

Tradicionalmente se ha asociado esta dificultad al sexo femenino, no siendo exclusiva de éste sino que muchos hombres también la viven.

El tratamiento depende de las circunstancias particulares de cada persona y/o pareja así como de las causas que provocaron el bajo deseo sexual.